jueves, 6 de junio de 2024

Europa prohíbe el césped artificial en todas las instalaciones deportivas para frenar su efecto contaminante

 



https://www.antena3.com/noticias/sociedad/europa-prohibe-cesped-artificial-todas-instalaciones-deportivas-frenar-efecto-contaminante_20231016652cf9028160fc0001a485d9.html

METAMÓRFOSI, EL PRIMER PUEBLO EUROPEO QUE SE EXILIA POR EL CLIMA

 



https://www.abc.es/sociedad/metamorfosi-primer-pueblo-europeo-muda-clima-20240606183349-nt.html

🔼 Voraces, carnívoros y sin enemigos naturales: los gusanos de fuego invaden las costas italianas a causa del calor

 Los expertos ponen en alerta a los bañistas y pescadores de Sicilia, Calabria y Apulia por la llegada de este ciempiés de colores


Imagen del gusano de fuego ALFREDO UBIERNA LEÓN

Algunas costas italianas, famosas por su belleza y biodiversidad, se enfrentan a una nueva y preocupante invasión, a causa de las olas de calor de los últimos años (los últimos 12 meses, desde junio 2023 hasta mayo 2024, han sido los más calientes desde que se hacen mediciones de las temperaturas, a mediados del siglo XIX).

Tras las olas de calor, solo faltaban ahora los gusanos de fuego, 'hermodice carunculata', para poner en alerta, especialmente a los pescadores y bañistas, en las regiones de Sicilia, Calabria y Apulia.

Los conocidos como gusanos de fuego o gusanos de mar son originarios de la zona tropical del océano Atlántico, y los mares Mediterráneo y Rojo. Tienen la forma de un ciempiés de colores y hasta hace poco tiempo se sabía que abundaban sólo en el Canal de Suez.

Se encuentran especialmente en ambientes rocosos, entre corales, fango y en infraestructuras portuarias, alcanzando profundidades de hasta 40 metros (ocasionalmente en los 1.390 metros). Su longitud media es de 20 centímetros y en algunos casos pueden llegar a un metro. Se alimentan principalmente de pequeños organismos marinos y desechos orgánicos.

Constituyen una amenaza para la biodiversidad de muchos ecosistemas de nuestro Mediterráneo. Son muy voraces y carnívoros; no tienen enemigos naturales, si se parten en dos se regeneran y disponen de espinas urticantes. Con las olas de calor se han multiplicado mucho en los mares de Sicilia, Apulia y Calabria.

Se han convertido así en una especie invasora, que amenaza a los animales que viven en las reservas naturales marinas, incluidos los corales de Sicilia. Son un riesgo también para el trabajo de los pescadores ya que a menudo terminan enganchados en las redes de pesca y devoran los peces, dejando los esqueletos.

«Prefieren las partes blandas de otros organismos marinos. Entran por los ojos y se introducen en el interior del cuerpo. Los peces parecen intactos desde fuera, pero por dentro están vacíos«, explica Carmelo Salmeri, miembro de una familia de pescadores de Milazzo, Sicilia.

Los gusanos de fuego están en el punto de mira de los biólogos del laboratorio del Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Experimental (OGS) activo en la de Panarea y Milazzo, en Sicilia. Michela D'Alessandro, que junto con sus colegas Valentina Esposito y Marco Graziani estudian esta especie, explica que «el estudio de los gusanos marinos se inició a raíz de los informes de los pescadores: esta especie tiene toxinas urticantes en sus cerdas que generan edema, picazón y fiebre«.

También son frecuentes las lesiones entre los pescadores, que muchas veces se ven obligados a recurrir a la cortisona, para aliviar el dolor, la hinchazón y la irritación. Los expertos aconsejan a los pescadores que no intenten matarlos con cuchillos, ya que los gusanos de mar pueden regenerarse. Para combatirlos,los biólogos tratan de comprender por qué se desató de repente esta invasión.

Picaduras del gusano de fuego

Los gusanos de fuego han llegado también a rocas y playas. Por ello, los biólogos del Instituto Nacional de Oceanografía han impulsado una campaña informativa, para advertir de posibles daños. Al mismo tiempo, se están estudiando sus toxinas: «Hemos logrado caracterizar una sustancia irritante, pero todavía estamos lejos de pensar en posibles remedios contra las picaduras», observa Roberto Simonini, profesor de la Universidad de Módena y Reggio Emilia, que aisló las sustancias tóxicas producida por los gusanos de mar.

«Si la picadura se produce en lugares donde la piel es gruesa -añade el ecólogo Simonini- se siente una sensación de ardor localizado, similar al causado por las ortigas, pero si la picadura se produce en zonas donde la piel es más fina, el dolor es decididamente fuerte y duradero. En el caso de una picadura en la muñeca, por ejemplo, es posible que sienta entumecimiento en las puntas de los dedos y que necesite contactar a un médico«.

Sin duda, la invasión de los gusanos de fuego representa un desafío complejo, según los expertos. Aparte de poner en peligro la pesca, su potencial de causar incidentes entre los turistas podría tener repercusiones negativas en el sector turístico.

Los expertos están intentando concienciar a las autoridades y a la opinión pública sobre la gravedad de la situación, pero aún queda mucho por hacer para contener esta nueva amenaza, causada por el aumento de la temperatura del Mediterráneo. Salmeri afirma que «hace veinte años se veía rara vez un gusano de fuego, pero desde hace un par de años es muy frecuente tener que lidiar con ellos».

ENLACES:

https://www.abc.es/sociedad/voraces-carnivoros-enemigos-naturales-gusanos-fuego-invaden-20240606205445-nt.html


Los gusanos de fuego se expanden por el mar Mediterráneo y generan temor por su toxicidad

https://www.eldebate.com/sociedad/sociedad-medio-ambiente/20240608/gusanos-fuego-expanden-mar-mediterraneo-generan-temor-toxicidad_203110.html

martes, 4 de junio de 2024

🔼 Desertificación: qué es y por qué el 74 % de España está en riesgo

Cada año desaparecen más de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil y dos tercios de la Tierra están inmersos en este proceso


Un terreno gravemente afectado por la sequíaEFE

El agua es esencial para toda forma de vida en nuestro planeta, motivo por el que debemos cuidarla, respetarla y administrarla como es debido. Y es que las zonas desérticas del planeta van ganando terreno cada año y secando zonas que cada vez sufren más la ausencia de humedad.

Por ello, el planeta se enfrenta a un proceso llamado desertificación que, según la definición de Naciones Unidas, es la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas.

En otras palabras, se trata del proceso por el cual la vegetación disminuye y después desaparece en las zonas secas, que no tiene por qué coincidir con la expansión de los desiertos ya existentes. Según la ONU, cada año desaparecen más de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil y dos tercios de la Tierra están inmersos en un proceso de desertificación. De no tomar medidas, en 2050 se perderán 1,5 millones de kilómetros cuadrados de tierras agrícolas, esenciales para mantener la biodiversidad y alimentar a la población.

Tal y como recuerdan desde Iberdrola, hace varias decenas de miles de años el desierto del Sáhara –hoy el mayor del mundo– era una pradera cubierta de vegetación. Las oscilaciones del eje de la Tierra hicieron que esa zona del planeta pasase a ser un arenal yermo. En ese caso, hablamos de un proceso de desertización, en el que las causas del deterioro son estrictamente naturales, y caso opuesto a la desertificación, donde aunque las causas naturales también influyen, tienen más peso las actividades humanas.

Causas, consecuencias y soluciones

Como hemos comentado, no existe una única causa que genere la desertificación. Principalmente ocurre por la confluencia de los efectos del clima y la actividad del ser humano. Por ello, contribuyen a este proceso los incendios forestales, la escasez de lluvias, el abandono de los terrenos productivos como consecuencia del éxodo rural o la explotación irresponsable de los recursos hídricos y contaminación de los acuíferos. Asimismo, las variaciones que está sufriendo el clima mundial o el crecimiento urbano desordenado –sobre todo en zonas costeras–, también contribuyen , según la Fundación Aquae, a la aceleración de este proceso.

Las consecuencias de este desastre medioambiental son diversas, desde la pérdida de especies animales y vegetales hasta la disminución de la producción agrícola como consecuencia de la desaparición de suelos fértiles productivos. Igualmente, se alteran los recursos naturales y tiene un impacto directo sobre el desarrollo sostenible y la calidad de vida.

Para luchar contra ello, el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) expone una serie de medidas que se deben tomar, como la prevención o la reducción de la degradación de las tierras, la rehabilitación de tierras parcialmente degradadas y la recuperación de tierras desertificadas. Es necesaria también la reforestación y regeneración de las especies arbóreas y la mejora de la gestión del agua, a través del ahorro, la reutilización de las aguas depuradas, el almacenamiento del agua de lluvia, o la desalinización.

De la misma forma, desde Aquae proponen mantener el suelo mediante el uso de vallas para frenar el avance de las dunas y crear barreras arbóreas para proteger frente a la erosión eólica. La poda selectiva puede ser una solución para permitir el desarrollo de los brotes de especies arbóreas nativas y la regeneración de la cubierta vegetal serviría para enriquecer y fertilizar el suelo.

España, en peligro

A nivel europeo, España es el país con más riesgo de sufrir desertificación. Alrededor del 75 % del territorio se encuentra en grave peligro y un 6 % ya se ha degradado de forma irreversible, particularmente en la vertiente mediterránea, la andaluza y las Islas Canarias.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en los últimos 40 años, España ha experimentado tres episodios significativos de sequía prolongada e intensa: de 1982 a 1984, de 1991 a 1996 y de 2005 a 2009. Sin embargo, el episodio más grave es el que se ha desarrollado desde 2021 hasta la actualidad. Como resultado, ese 74 % del territorio español está en riesgo de desertificación.

España se encuentra, además, entre los países industrializados con mayor estrés hídrico del mundo. De acuerdo con el Banco Mundial, en 2020, la ratio de estrés hídrico en España se situaba en el 43,25 %. Este porcentaje refleja la relación entre el total de agua dulce extraída y el total de agua renovable disponible de forma natural en el país.

ENLACES:

https://www.eldebate.com/sociedad/sociedad-medio-ambiente/20240530/desertificacion-74-espana-esta-riesgo_200863.html

Así se transforman los restos de nuestros campos en energía sostenible

  https://nextspain.es/2024/06/20/asi-se-transforman-los-restos-de-nuestros-campos-en-energia-sostenible/?utm_source=VNEWS&utm_medium=na...