RESUMEN:
No hace falta bailar la danza de la lluvia en torno al fuego para producirla, como hacían los indios. En el siglo XXI basta con usar tecnología china para lograr lluvia artificial a partir de la siembra de nubes. ¿Esta nueva tecnología permitirían sanar a España de la sequía que desde hace años está desertificando nuestros suelos y afectando la producción agrícola y ganadera en sectores claves del país? Lo analizamos…
Según un estudio del Instituto para el Agua, el Medio Ambiente y la Salud de la Universidad de las Naciones Unidas, la mitad de los países del mundo sufrirá de escasez de agua hasta 2050. Sobre todo, los de la zona del Sahel, en África, así como regiones de Oriente Medio y Asia. Por eso, los investigadores han desarrollado ideas originales para poder solucionar este problema.
China intensificó el uso de lluvias artificiales en 2022 para enfrentar la sequía sin precedentes que afectó a regiones alrededor del río Yangtze
China, por ejemplo, intensificó el uso de lluvias artificiales en 2022 para hacer frente a la sequía sin precedentes que afectó a varias regiones alrededor del río Yangtze, el más largo de Asia. Para lograrlo, de acuerdo con DW, los departamentos meteorológicos de Hubei y Hunan usaron a los «cazadores de nubes», aviones que disparan hacia el cielo cohetes con sustancias condensadoras como varillas de yoduro de plata para sembrar nubes y provocar lluvias.
China aprendió a producir lluvia artificial comprando tecnología israelí, que la venía aplicando y desarrollando desde el siglo XX.
CAZADORES DE NUBES
En 2022, una abundante y oportuna lluvia en una ciudad de Hubei alivió de manera efectiva las altas temperaturas y la sequía que inquietaban la zona desde mediados del verano, siendo esta la peor del país de los últimos 60 años.
Para crear estas precipitaciones, los «cazadores de nubes» en el distrito de Xian’an tuvieron que cargar con cohetes durante más de 500 kilómetros
«No es tan fácil aumentar artificialmente la lluvia, ya que hemos estado listos desde el 19 de julio para disparar el cañón llegado el momento», afirmó en aquella ocasión Yu Xiaoyao, jefe de la oficina meteorológica del condado de Taoyuan en declaraciones recogidas por el diario Hunan Daily. «La mejor lluvia artificial requiere nubes adecuadas en el cielo, con unas capas que tengan un grosor de 2 a 3 kilómetros», añadió Yu.
EMBALSES POR DEBAJO DEL 30% DE SU CAPACIDAD
Joaquín Coronado Galdos, presidente de la empresa tecnológica Build to Zero y cofundador de Digital Five Investment, advirtió recientemente que los datos disponibles sobre el nivel de agua embalsada en España indican que nos encaminamos a un segundo año seco consecutivo desde el punto de vista de generación hidráulica.
Los embalses andaluces continúan por debajo del 30% de su capacidad y, como se puede apreciar en la siguiente gráfica de barras azules de Red Eléctrica, el año 2022 fue el de menor producción hidráulica desde 2016, y algo por debajo de 2017. Pero el 2023 planea continuar la misma racha.
«Aunque el nivel de llenado y de producible hidráulico (mide el agua embalsada en cada momento con la que se puede producir electricidad) mejoró a finales de 2022, la tendencia que se ve en el gráfico de la izquierda es que la línea roja que marca el nivel de los embalses en 2023 (todos los embalses, no sólo los de generación de electricidad) se acerca a la línea negra que es el mínimo histórico de 2022. Así que vamos a encadenar dos años secos consecutivos, lo cual llevaba muchos años sin pasar», subraya Coronado Galdos.
¿Se puede concluir que estamos viendo un efecto directo del cambio climático?. Coronado Galdos considera que «no necesariamente», pero según el presidente de Build to Zero «en España ya hemos superado el incremento de temperatura de 1,5 grados centígrados y el avance de la desertificación es innegable en nuestro territorio». Y para muestra, solo un botón: Doñana (Huelva).
ANDALUCÍA OPTA POR LA SOLUCIÓN ISRAELÍ
Un estudio elaborado por la Estación Experimental de Zonas Áridas, la Universidad de Alicante y la IE University, destaca como principal causa de la «brecha hídrica» al «aumento sin precedentes» de la demanda de este recurso más que «a la falta de lluvias o las sequías». Y por ello los expertos instan a priorizar medidas sobre la gestión de la demanda de agua, racionalizando hábitos y estilos de vida.
La escasez de agua aumenta debido al cambio climático, al crecimiento demográfico y al desarrollo económico por lo cual «es necesario cambiar el modelo de uso de los recursos hídricos», recomiendan
La Junta de Andalucía ve con muy buenos ojos la receta aplicada por Israel, donde el 60% del territorio es desierto y para crear agua nueva se reutiliza casi el 90% de las aguas residuales para agricultura. De hecho, el 65% del agua que se usa para cultivos son regeneradas y desalinizadas.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, mantuvo contactos con representantes israelíes en la COP27 realizada en Egipto. También han conversado con Noam Weisbrod, director de los Institutos Blaustein para la Investigación del Desierto.
Este catedrático en hidrología lleva investigando desde los años 70 soluciones a los desafíos medioambientales, que pasan por la desalinización del agua del mar, la reutilización de aguas residuales, la eficiencia del agua de riego y la educación y concienciación comenzando por la infancia.
«Necesitamos hacer felices a los agricultores, ya que la mayoría del agua usada es para cultivar alimentos, y para ello deben saber que el desarrollo de estas tecnologías les traerá beneficios a ellos», precisó Weisbrod a medios españoles recientemente.
ISRAEL APUESTA POR LA DESANILIZACIÓN
Israel, que en pasado apostó a la producción de lluvia artificial y al desarrollo de esa tecnología, hoy concentra sus esfuerzos para el combate de la sequía en otros objetivos, como la desanilización de agua salada y la mejor gestión de los recursos hídricos disponibles.
La decisión fue tomada tras una serie de experimentos fallidos para inducir lluvia por medio de bombardear nubes con yoduro de plata, una técnica común en China para limpiar la atmósfera y que se probó durante algún tiempo en las Islas Canarias.
Y desde 2005 ha construido cinco grandes plantas desaladoras de agua de mar que fueron erigidas a orillas del Mediterráneo. Hoy abastecen al país con el 40% de sus necesidades de agua dulce.
Un 85% de ese agua desalinizada se usa para el suministro de hogares
La desalinización, un proceso que ya llevan a cabo en cientos de plantas repartidas por el Mediterráneo español y Canarias, requiere un alto uso de energía para transformar —por lo general utilizando el proceso de ósmosis inversa— agua salada en potable, lo que plantea serias incongruencias en nuestra era de recorte de emisiones de CO2.
Sin embargo, la eficiencia energética ha mejorado mucho en los últimos años y en el caso de Israel la desalinización forma parte de una estrategia mayor que pretende dotar de resiliencia al país ante los peores escenarios del calentamiento global.
La Comunidad de Madrid se planteó en 2006 la posibilidad de bombardear las nubes en el embalse de El Atazar con yoduro de plata para incrementar las lluvias, siguiendo un método pionero en el mundo que se practicaba en Israel desde el siglo XX y que permitía aumentar hasta en un 19% el volumen de agua de las precipitaciones.
Tras mantener un encuentro con el Alto Comisionado para el Agua de Israel, Simon Tal, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, anunció que el Gobierno regional «estudiaría» el método, pero al final eso no se concretó. Los israelíes ya habían exportado esa tecnología a Estados Unidos, México y China, pero en la Unión Europea (UE) no se había empleado aún en ese entonces.
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