La intrusión de calima en la Península en invierno es ahora más frecuente, más intensa y más duradera. Detrás hay una actividad inusual de sistemas anticiclónicos, según un nuevo estudio
Al principio, ver amanecer las pistas de esquí de España y de media Europa teñidas de color naranja parecía ciencia ficción. Pero en los últimos años, la llegada de polvo del Sáhara comienza a sonar a 'dejà vu'. La calima colorea la nieve y el cielo, ensucia los coches y enrarece el aire. Solo este año ya se han producido tres intrusiones de aire africano, el último a inicios de abril. «Ha habido un aumento en la intensidad y frecuencia de tales episodios en los últimos años, lo que podría atribuirse potencialmente a cambios en los patrones de circulación atmosférica», avisaba hace unos días Mark Parrington, científico principal del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus.
La nueva configuración la da ahora un estudio liderado por el investigador Emilio Cuevas-Agulló, del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Junto con sus colegas, han analizado las tormentas de polvo sahariano producidas entre 2020 y 2022 y han comprobado que sí, efectivamente fueron mucho más frecuentes que en el periodo previo de 2003 a 2019, además de ser más intensas y más duraderas. Detrás, han comprobado, hay una actividad inusual de sistemas de alta presión.
«Las intrusiones de polvo en España son relativamente frecuentes, sobre todo en los meses de verano, cuando nos vemos afectados con mayor frecuencia por masas de aire cálido procedente del norte de África. Lo inusual es que ocurran en invierno«, explica a ABC David Barriopedro, investigador del Instituto de Geociencias (IGEO-CSIC-UCM) y coautor del estudio, que recuerda cómo las imágenes de las cumbres de nieve de los Pirineos y los Alpes teñidas de ocre dieron la vuelta al mundo.
Sistemas anticiclónicos
Al estudiar con información de satélite y reanálisis atmosféricos, los investigadores detectaron dos configuraciones atmosféricas diferenciadas. Ambos casos, sin embargo, implican la presencia de sistemas anticiclónicos, pero el tipo de sistema de alta presión y su ubicación geográfica es diferente.
La primera de estas configuraciones, la más común, «está asociada con los sistemas de bloqueo, que son sistemas anticiclónicos en latitudes medias (típicamente sobre el centro-norte de Europa) que se encuentran perfectamente aislados de masas de aire subtropicales«, dice el investigador del IGEO.
«En la segunda configuración (menos común en el registro histórico, pero relativamente frecuente en los últimos inviernos) el sistema anticiclónico presenta forma de cuña desde latitudes subtropicales y se denomina dorsal subtropical. Ocurre por tanto en latitudes más bajas que los bloqueos«, explica Barriopedro.
Preguntas por resolver
¿Este cambio en el patrón en la circulación atmosférica es puntual o va a ser cada vez más frecuente? «Es pronto para responder a esa pregunta», puntualiza Barriopedro. El experto reconoce que desde 2020 ha habido más intrusiones de polvo en invierno, pero «no existen evidencias claras que nos permitan concluir que este fenómeno invernal será cada vez más frecuente».
Este cambio en el patrón podría responder a la variabilidad caótica propia del sistema (azar), o a la influencia de procesos lentos (como cambios relacionados con las temperaturas del océano que muestran cambios con cierta periodicidad) o una señal 'anticipada' de cambio climático. «Para determinarlo, son necesarios más estudios multidisciplinares que contemplen todos los procesos y escalas implicados en la llegada de polvo a la península ibérica, desde su generación en la fuente, elevación / suspensión del polvo y transporte a gran escala», explica el investigador.
ENLACES:
https://www.abc.es/sociedad/vez-llega-espana-polvo-sahara-cientificos-saben-20240423193144-nt.html
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