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miércoles, 15 de junio de 2022
Arar para el clima: tierra sana, mundo sano
ya se ha perdido la tercera parte de todos los suelos fértiles del mundo.
nuestros suelos son los mejores protectores del clima
VIDEOS:
Bandera negra en la costa de Málaga: los químicos tóxicos de las cremas solares se acumulan en sus playas
RESUMEN:
Un estudio de Ecologistas en Acción, financiado por el MITECO, recoge el impacto tóxico de los filtros solares para la salud y la biodiversidad de la zona.
Agenda 2030
Como cada año, la organización Ecologistas en Acción presenta su informe Banderas Negras 2022, que recoge los peores casos de contaminación y mala gestión ambiental en nuestras costas. De los 48 casos denunciados, destaca una novedad, y es que, por primera vez, alarma del impacto de las cremas solares en aguas de zonas turísticas como la Costa del Sol.
El caso particular de las calas del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, en Nerja, es paradigmático. El impacto de los filtros solares de las cremas de protección son un verdadero problema para espacios naturales como este, donde la hidrodinámica marina es menor.
Son playas semiconfinadas, con baja movilidad de la masa marina, donde los químicos presentes en las cremas solares –como cualquier otro contaminante– tienden a acumularse con una mayor facilidad. Esto es un problema para la biodiversidad e, indudablemente, para la salud humana. Sobre todo en época estival, cuando el uso de los protectores se dispara.
De acuerdo a un estudio publicado en Science, se hallaron varios compuestos de las cremas solares en peces costeros de la isla de Gran Canaria. Estos químicos son bioacumulativos, persistentes y tóxicos. Son disruptores endocrinos que llegan a nosotros a través de la cadena trófica. De la misma manera que ocurre con los microplásticos, estas sustancias acaban llegando a nuestro torrente sanguíneo.
Esta es una consecuencia derivada del enorme impacto que tiene la acción humana sobre la biodiversidad. En espacios protegidos como las calas de Maro-Cerro Gordo, la masificación turística que sufren durante el verano les ha llevado a recibir la bandera negra de los ecologistas.
[Estas son las peores playas de España según el informe ecológico Banderas Negras]
La organización ya había dirigido previamente un escrito a la Junta de Andalucía en septiembre del año pasado en el que se recordaba a los dirigentes autonómicos su obligación de gestionar espacios naturales como el de Málaga.
El enclave natural de los acantilados se encuentra dentro de la Red Europea Natura 2000, áreas de biodiversidad protegidas por la Unión Europea. Una normativa que obliga a tener aprobado el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), con medidas obligatorias de conservación y mantenimiento de hábitats y especies de interés comunitario.
Sin embargo, como recoge el informe, existen hasta un centenar de artículos científicos realizados en España –además del mencionado en anteriores líneas– en los que se detalla cómo los filtros solares ultravioletas de los protectores provocan “un impacto ecotoxicológico considerable”.
Los compuestos acaban afectando al fitoplancton, el zooplancton y la flora algal y fauna de invertebrados y vertebrados. Entre las especies más dañadas se encuentra el erizo de mar, los mejillones, la almeja fina, el pulpo o el cangrejo de roca, y también peces como el mero o la dorada.
En lo que compete al enclave natural de Maro-Cerro Gordo, la organización –respaldada por una amplia literatura científica– contempla como única solución la prohibición del baño en sus calas. Es una medida contemplada en el PORN, donde se señala la potestad de la Consejería de Medioambiente para limitar o restringir la entrada de visitantes de forma eventual o permanente por su impacto medioambiental.
En el resto de la costa, la solución pasa por optar por protectores con formulaciones alternativas biodegradables y naturales. Es decir, aunque se trate de un objetivo difícil de implementar a nivel global en el corto plazo, los expertos plantean que empresas y particulares deben poder optar por cremas que sean más respetuosas con el medio marino.
Las banderas negras bañan las costas
Además de este caso particular, los ecologistas han otorgado otras 47 banderas negras en zonas costeras de nuestro país. Denuncian dos casos de contaminación y mala gestión por cada provincia y comunidad autónoma.
Como en ediciones anteriores, las problemáticas más denunciadas giran en torno a los vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración (14 casos); a la urbanización de la costa (10 casos), que a veces invade incluso el dominio público marítimo-terrestre, y las afecciones a la biodiversidad (cinco casos).
También han encontrado otro tipo de alteraciones en relación a los dragados y ampliaciones portuarias; afecciones a consecuencia del desarrollo de zonas industriales próximas a la costa; acuicultura o contaminación química; erosión de las costas o acumulación de basuras marinas.
La organización los califica de “atentados ecológicos” que crecen cada año. No obstante, también están aumentando los movimientos vecinales de rechazo más concienciados con la salud de los ecosistemas. El problema es que, a pesar de esta presión, “las administraciones hacen oídos sordos y actúan lentamente”, apuntan desde Ecologistas.
Entre los ejemplos más claros de esto es la degradación constante y acusadas de una isla de biodiversidad como Doñana, que está sufriendo una sequía a cámara lenta por la sobreexplotación de su acuífero. Aunque no todo son malas noticias. Como subraya el informe, existen algunos casos de mejoras que se han logrado gracias a la movilización ciudadana y a informes como el de Banderas Negras.
Tres ejemplos de ello son la nueva depuradora de Barbate (Cádiz); el arreglo del emisario de Roquetas de Mar (Almería) y la ampliación de la depuradora para incluir el tratamiento terciario y aprovechar el agua regenerada; o las iniciativas políticas, administrativas y judiciales espoleadas por la presión social llevadas a cabo en el Mar Menor (Murcia).
Todos estos casos estaban incluidos en los informes Banderas Negras anteriores. No obstante, en el caso del Mar Menor, las mejoras aún no son suficientes, por lo que este año ha vuelto a recibir una calificación negativa por el informe de Ecologistas.
ENLACES:
martes, 14 de junio de 2022
Descubren un "mundo oculto" bajo el hielo antártico
RESUMEN:
Un ecosistema nunca visto acecha en un río subterráneo en las profundidades de la superficie helada de la Antártida: los investigadores sacaron a la luz este "mundo oculto" en un nuevo estudio, revelando una caverna oscura e irregular llena de enjambres de diminutas criaturas parecidas a camarones.
Un grupo de científicos del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA) en Auckland, Nueva Zelanda, descubrió un ecosistema desconocido bajo el hielo de la plataforma Larsen, en la Antártida, a más de 500 metros de profundidad. Luego de apreciar la existencia de un río bajo la capa helada, los investigadores utilizaron una poderosa manguera de agua caliente para perforar el hielo y llegar a una especie de cámara subterránea.
Una explosión de vida bajo el hielo
De acuerdo a un artículo publicado en Live Science y a un informe de NIWA, los especialistas se sorprendieron cuando, al hacer descender una cámara al pasadizo subterráneo, apreciaron cómo una gran cantidad de minúsculas criaturas semejantes a camarones se agolpaban contra la luz. De esta manera, comprobaron rápidamente que el río y la caverna alojaban un ecosistema oculto, casi un “nuevo mundo” bajo la gruesa superficie helada.
Al ver que el área estaba invadida por estos diminutos crustáceos, conocidos como anfípodos, los científicos tuvieron que dejar atrás todas sus suposiciones, porque no esperaban encontrar ningún tipo de vida tan lejos de la superficie. El hallazgo va en línea con otras investigaciones similares, que indican que la Antártida posee una riqueza biológica no identificada aún bajo la enorme capa de hielo que forma parte de su superficie.
Según el líder de la investigación, el científico Herenga Waka, en 2020 se detectaron los primeros indicios de la estructura, al observar una foto satelital del área. Una larga depresión o surco, que se extendía sobre el hielo, era un sello distintivo de un río subterráneo. Sin embargo, un primer análisis más detallado no arrojó resultados positivos. Posteriormente, la observación de una clara pendiente convenció a los investigadores, que confirmaron así la presencia del río subterráneo.
Un entorno único que obliga a una nueva mirada
Al penetrar con la cámara en el río, verificaron que la caverna era muy diferente a lo pensado previamente: el techo era muy irregular y tenía pronunciadas ondulaciones. Al mismo tiempo, era mucho más ancha en el extremo superior y se volvía notoriamente angosta al descender. Los investigadores también descubrieron inesperadamente que la columna de agua subterránea se dividía en cuatro o cinco capas diferentes de agua, que fluían en direcciones opuestas.
Este fenómeno, nunca antes advertido, cambia nuestra comprensión actual y los modelos relacionados con estos entornos de vida bajo el hielo. Ahora, los especialistas deberán trabajar para conocer qué mecanismos entran en juego y sustentan la lógica de este extraño “mundo subterráneo”, que podría ser solo un ejemplo de muchos más a descubrirse en el futuro.
Los científicos continuarán estudiando el ecosistema subterráneo recién descubierto y esperan aprender más sobre cómo se reciclan y distribuyen los nutrientes, a través de las redes de agua subterránea de la Antártida, para sustentar la abundancia de vida que ha podido apreciarse en esos espacios. Al mismo tiempo, los investigadores creen que este tipo de ecosistemas ocultos también puedan estar en riesgo por los efectos del calentamiento global y el cambio climático.
ENLACES:
El impacto ambiental de las redes de pesca
RESUMEN:
Los materiales o aparejos de pesca abandonados, perdidos o descartados de los aproximadamente 4,6 millones de barcos pesqueros marinos del mundo son un factor de riesgo importante para los ecosistemas costeros y marinos, según una investigación publicada en la revista Scientific Reports. Cuando las redes acaban en el mar, siguen capturando animales (que, en ocasiones, mueren) y dañan a otros organismos como los corales, las algas o las esponjas. Además, pueden suponer un riesgo para algunos barcos, con las consiguientes consecuencias de que ocurra un accidente y dañe al medio marino.
De las condiciones meteorológicas adversas al abandono: por qué las redes terminan en el mar
“Las redes de pesca acaban en el mar con bastante frecuencia y tienen un gran impacto negativo en la fauna marina”, afirma a Maldita.es Isabel Marín Beltrán, doctora en Ciencias del Mar.
De hecho, como señala una revisión publicada en la revista científica Fish and Fisheries, cada año se pierden en el mundo el 5,7% de todas las redes de pesca utilizadas, lo que conlleva graves impactos ambientales y socioeconómicos.
Estos aparejos pueden terminar en el mar por múltiples motivos, según cuenta a Maldita.es Elsa Cuende, experta en tecnologías pesqueras del centro científico y tecnológico AZTI, y recoge un artículo publicado en la revista científica Frontiers in Marine Science. Por ejemplo, debido a condiciones meteorológicas adversas, al efecto de las corrientes y el oleaje, a que se enganchan en el fondo marino o a la interacción con algunos animales. También pueden influir la falta de experiencia en la operativa de pesca o de conciencia social por parte de algunos pescadores que, en ocasiones, pueden abandonarlas.
Las redes de pesca pueden tardar décadas en degradarse
Se han encontrado distintos aparejos de pesca en algunas de las áreas más profundas y remotas del océano, así como en muchas áreas marinas protegidas en todo el mundo, según explican a Maldita.es desde la Fundación Save The Med, centrada en la conservación del mar Mediterráneo.
Cuende señala que este tipo de aparatos se fabrican con materiales resistentes, duraderos y no biodegradables. “Cuando se pierden, abandonan o descartan en el mar pueden pasar décadas produciendo impactos negativos”, añade.
Los plásticos, presentes en algunos aparejos, rara vez se biodegradan. Una revisión publicada en la revista Environmental Toxicology and Pharmacology indica que normalmente se fragmentan en microplásticos y nanoplásticos a través de diferentes procesos.
Varias investigaciones señalan que estos microplásticos pueden tener efectos tanto en la vida silvestre como en los humanos. Por un lado, los animales pueden morir después de ingerir piezas desintegradas; por otro, es posible que los microplásticos de estos aparatos ingresen en nuestra cadena alimentaria. En Maldita.es ya os hemos contado cómo llegan a nuestro cuerpo y qué daños pueden causar en la salud.
El tiempo de degradación, según Cuende, varía en función de las propiedades de los polímeros que componen estos aparejos y de las condiciones ambientales del entorno (por ejemplo, de la luz o del efecto del oleaje).
Algunos animales marinos pueden quedarse enredados en las redes y morir asfixiados
Los materiales de pesca abandonados han afectado negativamente al 46% de las especies de la Lista Roja de Especies Amenazadas que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, lo que afecta a la biodiversidad, tal y como indica el informe El estado mundial de la pesca y la acuicultura, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
“El mayor problema es que estas redes, hechas principalmente de nylon, tardan mucho tiempo en descomponerse, por los que pueden continuar pescando (lo que se denomina pesca fantasma) y matando tanto a peces como a muchos otros animales marinos que se pueden quedar enredados y morir asfixiados”, sostiene Marín. Por ejemplo, a tortugas, delfines, aves o leones marinos.
Los daños de los aparejos de pesca en los corales, las algas y otros organismos marinos
Las redes de pesca también pueden arrancar o dañar algunos organismos del mar, como los corales, las esponjas o las algas, según afirma a Maldita.es Ricardo Aguilar, director de expediciones de Oceana en Europa.
También “pueden aplastar a las especies del fondo o cubrirlas parcial o completamente, lo que evita o reduce su capacidad de alimentarse y reproducirse”. En el caso de las algas y las fanerógamas marinas (una especie de plantas que se encuentran entre los ecosistemas marinos más complejos y ricos del planeta), “pueden reducir sus tasas fotosintéticas (lo que puede complicar su supervivencia) e incluso provocar su muerte”.
Un artículo publicado en la revista Scientific Reports señala que este tipo de aparejos también pueden contribuir al transporte de especies exóticas invasoras y a la proliferación de algas nocivas.
Algunos aparejos pueden enredarse en las hélices de los barcos
Además de que los aparejos de pesca ensucian los hábitats marinos, la FAO subraya que plantean peligros para la navegación y la seguridad en el mar cuando flotan en la superficie. Las redes pueden enredarse en los sistemas de propulsión y hélices de los barcos, lo que puede desencadenar accidentes.
Del mismo modo, estos aparejos también pueden suponer un riesgo para los bañistas y submarinistas. Todos estos aspectos, según señala Cuende, pueden impactar negativamente en la economía y el turismo de las comunidades costeras.
ENLACES:
viernes, 10 de junio de 2022
jueves, 9 de junio de 2022
miércoles, 8 de junio de 2022
lunes, 6 de junio de 2022
miércoles, 1 de junio de 2022
https://okdiario.com/okgreen/presidente-azerbaiyan-anfitrion-cop29-defiende-que-petroleo-regalo-dios-13803272
https://okdiario.com/okgreen/presidente-azerbaiyan-anfitrion-cop29-defiende-que-petroleo-regalo-dios-13803272
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