Cada vez hay más verde en la Antártida y eso es motivo de preocupación para los científicos. En los últimos años están apareciendo nuevas áreas vegetales en partes de la Antártida donde nunca las hubo. Esta creciente expansión de la vida vegetal en el Polo Sur parece ser una consecuencia más del cambio climático causado por el hombre y puede incluso estar demostrando que el continente helado ha alcanzado un alarmante “punto de inflexión”.
Debido a sus duras condiciones de temperatura, la Antártida cuenta con sólo dos plantas vasculares nativas: el pasto antártico (Deschampsia antarctica) y la perla antártica (Colobanthus quitensis).
Científicos de la Universidad de Insubria (Italia) publicaron el año pasado un estudio que se centraba en la situación de estas dos especies plantas entre los años 2009 y 2019 en la isla Signy, una pequeña isla subantártica en las Islas Orcadas del Sur de la Antártida. Ese territorio insular es un importante lugar de nidificación para una variedad de aves marinas.
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La 'Colobanthus quitensis', una de las dos plantas que hay en la Antártida
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Tras comparar la superficie que ocupaban dichas plantas con otros estudios realizados en los 50 años anteriores pudieron descubrir que las dos poblaciones de plantas se habían disparado en los últimos 10 años. De hecho, la densidad de las plantas había crecido tanto en la última década como en los 50 años anteriores.
Los investigadores comprobaron además que esta tasa de crecimiento guardaba una relación directa con la tendencia al calentamiento de la temperatura del aire que comenzó en la Antártida durante el verano de 2012.
Si bien el cambio climático parece ser un factor importante para esta expansión de ambos vegetales, los investigadores también señalan que la isla ha experimentado una caída drástica en el número de focas, animales que suelen pisotear las plantas y limitan así su crecimiento.
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Deschampsia antarctica
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A medida que las temperaturas sigan subiendo, los expertos esperan que esta tendencia continúe. En marzo de 2022, la Antártida Oriental experimentó la ola de calor más importante jamás registrada. Investigaciones recientes han confirmado que esta ola de calor sin precedentes aumentó la temperatura 2°C debido al cambio climático. Hacía tanto calor que los investigadores que trabajaban en el lugar vestían pantalón corto y algunos incluso se quitaban la camisa para tomar el sol, según el Washington Post.
Y la situación irá a peor. Para finales de este siglo, las temperaturas en la Antártida podrían aumentar entre 5º y 6º C más como resultado de la crisis climática, lo que provocaría cambios devastadores en el continente.
Como lo demuestra el auge de la vida vegetal en la isla Signy, la Antártida está cambiando rápidamente como resultado de la actividad humana y pronto podría alcanzar su punto de inflexión crucial.
Lo observado en esa isla antártica puede ser, afirman, el preludio de lo que terminará ocurriendo en buena parte de este continente en los próximos años, debido al calentamiento global.
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Paisaje vegetal en la Antártida
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“La característica más novedosa de esto no es la idea de que algo esté creciendo más rápido. Es que creemos que estamos empezando a ver lo que es casi un cambio radical o un punto de inflexión”, manifestó a New Scientist en 2022 Peter Convey, uno de los autores del estudio de plantas del British Antártico Survey.
Estudio de referencia, en este enlace.
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